Tres poemas en el Día de Todos los Santos

Tres poemas de un poemario inédito sobre la muerte del padre:

 

 

 

 

Lo escribió Eliot

Cementerio de San Fernando. Cabo de año.

Está vacía la plaza. Está vacía la calle.
Está vacía la valla. Está vacía la iglesia.
Están vacías las tumbas y son llagas.
Está vacío este valle de calor sevillano.
Y en vez de hacer un verso sólo me repito esto:
de todos los nombres de Dios, Amor es el más terrible.

Lo escribió Eliot.

 

Eres tú el recuerdo

Eres tú el recuerdo y no me dañas.
Tomas mi insomnio y lo moldeas
-figuritas de cera y abalorios-
Llenas mi copa, bebo de tu mano
y reboso la noche hasta que duermo
y se encarniza el sueño en mi gesto.
Eres tú el recuerdo y no me dañas,
el prodigio que eres templa mi duelo.

 

I
 
Ya no es tuya sino nuestra
la muerte que has dejado.

A partir de ti, todo es otro:
la sangre, los números, el idioma;
todo otro, más ardiente.

Ya no es tuya sino nuestra,
la vida que has perdido.

Somos nación en ella.

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