Entrevista a Juan Manuel de Prada: “Los escritores hoy en día son auténticos lacayos del poder”

Foto: Mario Sánchez

 

Juan Manuel de Prada (Baracaldo, 1970) es una de las voces más personales de la literatura contemporánea. Multipremiado a lo largo de su carrera (Premio Planeta, Biblioteca Breve, Privamera…) que comenzó con Coños y que, de momento, tiene en Morir bajo tu cielo, su última entrega. Entre medias, títulos que ya forman parte del imaginario colectivo como La Tempestad o Las Máscaras del Héroe. Combativo y poelimista decidido, desarrolla además su tarea de articulista en ABC y en el dominical XL Semanal.

A unas frioleras cuatro de la tarde, puntual, enmarcado bajo el dintel de la puerta de la cafetería de un hotel del Madrid castizo, De Prada, grande, aparece. Saludos de rigor, primeras palabras para calentar el ambiente y en cuanto hemos pedido sendos cafés, comenzamos con la artillería pesada. El periodista con sus preguntas y el entrevistado, fiel a sí mismo, con sus respuesta.

 

En casi todas sus novelas existe un conflicto moral… ¿es usted un escritor moral?

Yo creo que al final uno siempre está escribiendo el mismo libro. Probablemente uno no es consciente y sí que es verdad que en mi obra siempre hay conflictos morales, más que un conflicto moral. Quizá en esta [Morir bajo tu cielo] haya más de uno. Pero sí, en todas hay una exploración sobre lo que es nuestra actitud ante dilemas morales, ante la borrosa frontera de la respuesta a esos dilemas, dónde está el bien, dónde el mal, cómo a veces los villanos acaban siendo héroes y viceversa…

 

Con matices distintos, pero hay cosas que me recuerda a Baudelaire, y es un interés intelectual por el mal…

No es tanto interés, te confesaré. Más allá de que Baudelaire retrate el mal, la fascinación que pueda haber no obsta para que él identifique el mal, que quizá sea lo que falta en el arte de nuestra época. El mal se ha banalizado y se presenta como bien, o no se juzga moralmente. En ése sentido sí hay un interés en mi obra por mostrar el mal, algo que en general, el arte contemporáneo ha dejado de mostrar o lo muestran de una forma banalizada, tratando de presentarlo como algo no malo o como algo irreparable, como algo monstruoso pero que es irreparable. La posición que hay en mis novelas es que, efectivamente el mal existe en nuestras vidas, en nuestra naturaleza, pero que puede ser vencido. Sucede algo parecido con la libertad humana, que el concepto teológico de libertad ha sido sustituido por el concepto, digamos, político, revolucionario, liberal… Entonces, el concepto clásico, que es que la libertad humana es la capacidad del hombre para elegir el bien, se ha extraviado.

 

Foto: Mario Sánchez
De Prada, en un momento de la entrevista. (Foto: Mario Sánchez)

 

Todos sus personajes, son tremendamente libres y casi siempre, fracasados, desahuciados…

Es que al final, los perdedores tienen un potencial literario que no tienen los vencedores, porque la persona que está en una situación difícil desarrolla una humanidad mucho más potente, más palpitante y desgarrada. Y es verdad que en mi obra, los personajes más importantes son perdedores… probablemente sea un acto de fraternidad del autor con sus personajes, porque de alguna manera también me considero un perdedor.

 

¿Vive también la novela en la dictadura de lo políticamente correcto?

Las ideologías son construcciones que tratan de suplantar la realidad. Es inevitable que una época como la nuestra, que es una época absolutamente ideologizada, se dé esa dictadura, esa construcción de lo políticamente correcto que cuando uno trata de mostrar la realidad, provoque reacciones muy enconadas. Desgraciadamente, esto es así. Y luego, en contra de la visión idílica y tonta que tiene la gente de la democracia, yo creo que vivimos en una época en la que el control social que decía Markuse, es asfixiante, de tal manera que las mentes han sido ya formateadas en una serie de convenciones e ideas que al sistema le interesa que profese.

 

¿También en la literatura?

Sin duda. Yo te diría que los escritores hoy en día son auténticos lacayos del poder establecido. Es muy difícil leer una novela en la que no estén todos los clichés de lo políticamente correcto.

 

Lee la entrevista completa en Ritmos21.com

Deja una respuesta